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Actualiza con final de la tercera ronda y declaraciones.
Un día después de su impactante arresto, el estadounidense Scottie Scheffler se descolgó el sábado de la pelea por el Campeonato de la PGA, donde dominan Xander Schauffele y Collin Moriwaka y acecha Shane Lowry tras una ronda de récord en Louisville (Kentucky).
El irlandés despegó el sábado con una tercera tarjeta de 62 golpes, nueve bajo par, que igualó el récord de cualquier ronda de un torneo de Grand Slam.
Schauffele, colíder del torneo junto a Morikawa, también había terminado en 62 golpes la ronda inaugural del jueves en el campo de Valhalla, donde las condiciones del terreno y el clima están facilitando unos resultados nunca vistos en un torneo grande.
Hasta 78 jugadores superaron la línea de corte al término de la segunda ronda, récord para un ‘Major’, si bien se quedaron fuera figuras como el español Jon Rahm y el estadounidense Tiger Woods.
Únicamente se han registrado otras tres tarjetas de 62 golpes en la historia de los Grand Slam: la del propio Schauffele en la primera vuelta del Abierto de Estados Unidos del año pasado, la del estadounidense Rickie Fowler en esa misma jornada y la del sudafricano Branden Grace en el Abierto Británico de 2017.
El sábado, Schauffele perdió la mínima ventaja de un golpe sobre Morikawa que tenía al arrancar el fin de semana decisivo del segundo Grand Slam del calendario.
El campeón olímpico, que persigue su primer título grande, tropezó con un doble bogey en el hoyo 15 pero terminó con dos birdies consecutivos que le dieron un resultado de 68 golpes (-3) para un acumulado de 198 (-15).
“Recuperarse ha sido importante. Es bueno tener al menos una parte del liderato”, declaró Schauffele. “Necesito mantenerme en mi línea, seguir haciendo lo que estoy haciendo y esperar que sea suficiente”.
Morikawa, que ya posee un trofeo del Campeonato de la PGA de 2020 y otro del Abierto Británico de 2021, alcanzó a su compatriota con una tarjeta de 67 golpes (-4).
A un golpe de los colíderes se ubicó el estadounidense Sahith Theegala y a dos su compatriota Bryson DeChambeau, el noruego Viktor Hovland y el irlandés Shane Lowry, que voló en el campo de Valhalla en un recorrido de nueve birdies que le permitió escalar 25 posiciones.
“Tengo que seguir así”, se animó el campeón del Abierto Británico de 2019. “Muchos están jugando un gran golf. El campo es asequible. Y como se ha visto hoy, alguien puede remontar desde muy atrás”.
Más allá de la pugna en cabeza, la atención en Valhalla se concentraba en ver si Scheffler podía seguir avanzando hacia una victoria que resultaría memorable.
Tras sobreponerse el viernes a una caótica jornada en la que pasó por comisaría, el número uno mundial se vino abajo en la tercera ronda hasta terminar en 73 golpes (+2) para un acumulado de 206 (-7), a ocho golpes de la cabeza.
Scheffler, ganador de cuatro de los últimos cinco torneos que disputó, sumaba hasta ahora 41 rondas seguidas sin superar el par, una racha que comenzó el pasado agosto.
La estrella de Nueva Jersey, que en abril se enfundó su segunda chaqueta verde del Masters de Augusta, arrancó con un doble bogey en el segundo hoyo y después registró un total de cinco bogeys y cinco birdies.
“Ha sido un día duro. Empecé mal”, reconoció Scheffler. “Estuve luchando todo el día, pero parecía que después de cada birdie había un bogey. Demasiados errores. Bastante frustrado con el día”.
El golfista, de 27 años, fue detenido a primera hora del viernes por saltarse un control policial en un área que registraba una gran retención de tráfico debido a un accidente en el que falleció una persona atropellada.
El número uno mundial fue esposado y conducido a comisaría pero quedó en libertad a tiempo para comenzar la segunda jornada del torneo.
Entre el desconcierto de compañeros y aficionados, Scheffler mantuvo la cabeza fría y firmó una gran vuelta de 66 golpes (-5) que le tenía a tres golpes del liderato al arrancar la vuelta del sábado.
Scheffler, que atribuyó su arresto a un malentendido respecto a las indicaciones policiales, afronta cargos de agresión a un agente, conducción imprudente y desobediencia a las señales policiales.
Por su parte, el argentino Alejandro Tosti, que superó el corte en su primer Grand Slam, vivió el sábado una pesadilla al firmar una tarjeta de 79 golpes (+8) que lo despeñó a la última posición con un acumulado de 216 (+3).
El chileno Joaquín Niemann terminó en 69 golpes (-2) para situarse en el puesto 54 con un total de 210 (-3).
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