Monterrey — El estreno de la serie Sierra Madre: Prohibido Pasar pone los ojos del mundo sobre San Pedro Garza García, con un retrato del municipio más rico de Latinoamérica, su estilo de vida y la inseguridad que vivió y cimbró a todo el estado de Nuevo León hace más de una década.
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Figuras con poder y riqueza, familias en pugna y una sociedad que tiene su lado frívolo y hasta decadente están en el centro de la historia original escrita por Diego Enrique Osorno y Gabriel Nuncio, que al mismo tiempo busca narrar una historia universal.
La esperada serie estrena sus primeros dos capítulos el domingo por la plataforma Max (antes HBO Max).
Marcos Parra, el personaje principal interpretado por Miguel Rodarte, es un poderoso hombre que colecciona exclusivas piezas espaciales y tiene su museo. Trabaja en la empresa familiar de textiles, pero ante el embate de la delincuencia decide contender por la alcaldía del municipio.
A pesar de que no es una serie biográfica de quien fuera alcalde en tres ocasiones de San Pedro, el panista Mauricio Fernández Garza, el personaje de Parra comparte varias características con el político, quien de nuevo contiende por la alcaldía de San Pedro en las próximas elecciones.
“Evidentemente me fui al origen de mi personaje que estaba muy bien trazado, que viene de familias fundadoras de la Ciudad, familias que por generaciones han sido personajes muy activos, que les gusta dejar huella y crear una diferencia en la forma en la que se vive”, explica Rodarte.
En abril del 2022, cuando presentó el proyecto a la prensa, el actor reconoció que estudió ángulos y rasgos de a quien llamó el “Tío Mau”. Sin embargo, ahora Rodarte y la producción remarcan que la serie es ficción inspirada en hechos reales.
“Parte de la cadena familiar que estos personajes van heredando es justamente dejar un impacto para las generaciones futuras. En ese sentido se parece a ese personaje (a Fernández) y a muchos más”, agregó Rodarte.
En nueve capítulos, Sierra Madre: Prohibido Pasar hace referencia a hechos trágicos, como el ataque en 2011 al Casino Royale, en Monterrey, que cobró la vida de 52 personas, y al asesinato de dos estudiantes en el Tec de Monterrey en 2010 en medio de un enfrentamiento entre militares y sicarios.
“Está inspirada en muchos eventos que nos trastocaron en su momento, que reinventamos y se resignificaron una vez que pasan a la ficción”, explica Nuncio, también showrunner de la serie. “Creo que esa palabra es importante ‘lo que resignifica’. Por más que tomemos de la realidad, una vez que los pasas a un guion, a una cámara, es ficción”.
Nuncio prevé que el público reconozca muchos eventos de la realidad, aunque todos acaban siendo eso, “inspiraciones”.
En este drama con dosis de humor, thriller y acción, participan además Lumi Cavazos, Julieta Egurrola, Arturo Barba, Tessa Ía, Karina Gidi, Cristina Velasco, Natalia Plascencia, Mayra Hermosillo y Hernán Mendoza, quienes contaron con un coach para lograr el acento norteño.
La serie contó con el talento de cuatro directores: Alejandra Márquez Abella (El Norte Sobre el Vacío), Rodrigo Plá (Un Monstruo de Mil Cabezas), Jorge Michel Grau (Somos lo que Hay) y David Ruiz “Leche” (¿Quién Mató a Sara?).
“Contar una historia que ocurre completamente en Nuevo León era muy interesante”, afirma ‘Leche’. “Es un reto tratar de que hubiera mucha verdad en nuestros personajes, a pesar de que hay más ficción que realidad”.
El realizador se sintió familiarizado con la trama por ser también de Monterrey.
“Fue complicado porque no queríamos que fuera una caricatura”, agrega Leche. “Tampoco queríamos que fuera un trabajo periodístico o un documental, sino que realmente los personajes tuvieran su propia vida y fueran empáticos, creíbles”.
Por su parte, para Márquez Abella envolverse en la élite de San Pedro a través de la historia tuvo su grado de complejidad, pero una vez que lo logró se encargó de realizar el piloto de la serie y el segundo capítulo.
“Yo soy de San Luis Potosí. Somos ‘wannabe’ de Monterrey, que es diferente. Somos arribistas, pero no logramos ser tan ‘cool’ como ellos”, dijo la cineasta en tono de broma. “Lo más difícil fue entender los pequeños detalles, los guiños, los usos y costumbres de un universo tan específico y cerrado. Saber jugar con esa simbología y esos elementos para crear algo que sea memorable en el público, tanto emocional como narrativamente”.
A pesar de que está ubicada en San Pedro, la serie, afirman sus creadores, podría suceder en cualquier lugar de Latinoamérica, ya que su historia es universal.
“Evidentemente había un entorno cuando Gabriel (Nuncio) y yo nos sentamos a escribirla hace 11 años”, explica Osorno. “Y esa realidad, que era muy dramática en la Ciudad, quedó impregnada en la escritura, pero es un ejercicio de imaginación, de ficción, que lo único real que va a transmitir es esa angustia y zozobra que teníamos en ese momento”.
El coautor de la historia resume su trabajo y el de Nuncio de la siguiente manera: “Esta serie es una carta de amor y de todo lo que sentimos por Monterrey”.
Niegan el acceso
Entrar en la élite sampetrina para nada es fácil y la producción de Sierra Madre: Prohibido Pasar así lo vivió.
El exclusivo Club Campestre les negó el permiso de filmar en sus instalaciones y en sectores donde realizaron grabaciones algunos vecinos se quejaron de que trastocaron su tranquilidad, contó el equipo de producción.
Sin embargo, sí pudieron grabar en otras zonas del municipio más rico de América Latina, como Valle Oriente y algunas residencias particulares. Además estuvieron en otros municipios de Nuevo León, como Monterrey, Apodaca, Guadalupe y Mina.
La historia de la serie se desarrolla entre 2009 y 2012, periodo en que San Pedro y el área metropolitana de Monterrey enfrentaron la etapa de inseguridad más fuerte de los años recientes.
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