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Una obra de arte para hacer historia: el prodigio español Lamine Yamal, convertido en el goleador más joven en una Eurocopa, con 16 años, supuso un quebradero de cabeza constante para Francia, y el talento del Barça se erigió en uno de los nombres propios del torneo europeo.
Fue la ‘gran noche’ de Yamal, que celebraba con sus compañeros al ritmo del conocido tema de Raphael sonando a todo volumen en el Múnich Football Arena justo después de sonar el pitido final.
Suyo fue el gol que equilibraba la balanza después de que los ‘Bleus’ se pusiesen por delante. Una diagonal hacia dentro desde el costado derecho, y zurdazo desde fuera del área al ángulo, lejos del alcance de Maignan pese a la estirada del arquero galo.
Una joya para la vista que supuso un punto de inflexión en el partido y que recompensó al adolescente, brillante desde el inicio de la competición con tres pases de gol, pero al que la suerte había esquivado de cara a puerta.
Con descaro y verticalidad, el extremo español fue una pesadilla constante para Theo Hernández, y fue designado como mejor jugador de un partido en el que su influencia no fue sólo ofensiva. Ya en el tiempo añadido cortó providencialmente en falta una contra peligrosa de Francia que le costó tarjeta amarilla.
Fue una de sus últimas acciones del partido antes de ser sustituido junto a Nico Williams, su ‘alter ego’ por el costado derecho.
“Es una barbaridad lo de Lamine, sobre todo si analizamos la edad”, afirmó en una entrevista en la cadena Cope de radio el exdelantero español David Villa.
Es difícil no ver en su velocidad, su juventud, calidad, sus internadas, rasgos del juego de Leo Messi -su ídolo y referente- cuando debutó con el Barcelona.
Como si estuviese predestinado a emular las gestas de Messi, el padre de Yamal publicó hace unos días unas fotos de su hijo, aún siendo un bebé, acunado por el campeón del mundo argentino.
Y la noche de este martes en Múnich refuerza esa filiación, por mucho que el adolescente con aparato dental no se atreva a asumir cualquier comparación con su ídolo.
“Es el mejor jugador de la historia y que me comparen con él es increíble, pero no tiene nada que ver. No hay nadie que se le pueda comparar y menos yo, que acabo de empezar. Ojalá tener la mitad de su carrera”, respondió Yamal en la cadena radiofónica Onda Cero.
Designado por los aficionados culés como mejor jugador de la temporada, disputó 50 partidos en los que marcó 7 goles y dio 10 pases de gol. Unas cifras que incluso mejoran las de Messi a su edad.
El club azulgrana, que blindó su contrato hasta 2026 con una cláusula disuasiva de mil millones de euros, ya habría recibido ofertas de los clubes más poderosos de Europa.
La próxima temporada, Yamal podría heredar el mítico dorsal 10 de Messi.
Pero antes tiene un reto más cercano por delante. La final de la Eurocopa el domingo, en la que espera disfrutar de una nueva ‘gran noche’.